lunes, 12 de diciembre de 2011

Voluntarios.

Es cierto que hasta que no pasa alguna catástrofe, no nos damos cuenta de la necesidad de algo.
Los últimos acontecimientos en nuestra Villa me han hecho reflexionar sobre la importancia de la creación de un grupo de voluntarios para situaciones especiales.
La figura del voluntario, como ya he dicho muchas veces, es admirable puesto que sin recibir nada a cambio, hace una labor muy importante para el pueblo.
Creo que desde el Ayuntamiento -¡ojo! tanto equipo de gobierno como oposición- se deben tomar medidas lo antes posible para crear un protocolo de actuación y seguidamente captar un grupo de voluntarios.
Independientemente de nuestras ideas, la solidaridad debe premiar en estos momentos, en los que la catástrofe se puede cebar con cualquier familia.
Está claro que la labor de los trabajadores del Ayuntamiento es muy comprometida y no se les puede poner ni un pero, no obstante si es algo muy grave no son suficientes y se echa de menos un protocolo de actuación.
Nuestra situación geográfica incrementa el riesgo, dado que los cuerpos específicos para estas actuaciones suelen estar en la capital y la distancia es una hora, que es crucial en estas situaciones.
Cierto es que, por suerte, en nuestra Villa, los incendios no suelen ser muy a menudo y los daños causados suelen ser materiales y menores, pero deberíamos estar preparados para situaciones más graves.

Propongo crear un protocolo de actuación y seguidamente un grupo de voluntarios.
En el protocolo de actuación veo primordial una circular a los vecinos, en las que se establezcan los pasos a seguir en caso de emergencia, y la distribución de funciones dentro del grupo de voluntarios y de trabajadores del Ayuntamiento, como pueden ser: acordonar la zona, traslado de herramientas y materiales necesarios, ataque al riesgo...  
En cuanto al grupo de voluntarios, sería necesario convocar una reunión informativa y esperar una buena respuesta de los vecinos.
Este grupo de voluntarios no sólo actuaría en incendios sino en cualquier riesgo o emergencia para la población, que pueden ir desde un árbol caído hasta un accidente de tráfico.
Creo que esta propuesta es algo bastante factible por su bajo coste y la realidad que atañe.
Debería llevarse a cabo lo antes posible, para el bien común.


Piensa, Riaza.

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